No sé muy bien cuál es el hilo conductor de estas varias críticas y comentarios sobre obras musicales a las que asistió Luis Gago, pero el conocimiento y la erudición son profusos: Off-Madrid.
«Obsesivo, monotemático, enajenado en el tramo final de su vida, Wolf escribía sus canciones como quien cincela una escultura. Se sentía apresado por los poemas, los recitaba en voz alta mientras paseaba por la habitación, frenéticamente, y al final nacía una música que transita siempre unos caminos despojados de reglas o ataduras. El de Wolf era un espíritu libre que gozaba al dejarse aprehender por la sugestión poética pura.»