Habla Joana Bonet de ese sitio dulce y empalagoso que es Facebook, donde todo te gusta mucho mucho y con gran alborozo, mucho más que en la vida real. Me gusta.
« A diferencia del mundo real, las comunicaciones on line desbordan alegría. Emoticonos, estrellas, corazones y todo tipo de dibujitos se entrometen ahora entre las palabras escritas a capricho, y, sobre todo, con letras multiplicadas a fin de transmitir mayor intensidad: como si dar las “graciasss” fuera más sentido que “gracias” o “nooo” más tajante que un simple “no”. Los juegos con los signos de puntuación guiñan un ojo en el mensaje como nunca lo harán en el cara a cara. Porque los sentimientos “editados” y envueltos en lazo que se expresan a través de las pantallas pretenden convertirse en una tarjeta de presentación, la de tu identidad digital, que casi siempre pretende ser más virtuosa que la real.»