Manuel Martín Ferrand: “Soy de los pocos que piensan que Aznar no anda escaso de razones para defender su posición. Incluso que José Luis Rodríguez Zapatero se equivoca cuando le acusa de romper la Unión Europea y de ser más belicista que el propio Bush. Pero, precisamente por eso, entiendo que el juego de secretos en el que nos hemos sumergido —nos ha sumergido— no es propio de una democracia.” Si existen razones para ir a la guerra, ya es hora de que se vayan explicando. Si existen, es el propio Aznar quien se ha ganado la opinión en contra de la ciudadanía, con tanto secretismo de mesa camilla y tanta resistencia a cumplir con su obligación: ir al Congreso y explicarse. El que no hace su trabajo, luego no se puede quejar.
Aznar y sus desaliños formales.