A raíz del golazo que marcó el miércoles Ibrahimovic, Ambrosius reflexiona sobre el paso del tiempo y los sueños truncados. O eso creo. La pirueta de Ibra
«Si echas una mirada alrededor descubrirás que tú mismo y todos tus amigos prometíais mucho más en la cafetería de la universidad. Vinimos a llevarnos la vida por delante pero seguimos en el banquillo. Posiblemente por falta de talento, pero preferimos pensar que nuestra suplencia se debe, como Ibra, a una mezcla de orgullo, pereza y desdén»