John Tones hace una apasionada defensa del periodismo desvergonzado, chorra y enamorado de lo que está haciendo. Periodismo de raza
«A nadie le sorprenderá si digo que soy muy fan del papel. De la información impresa, pausada, que permanece, que se puede guardar y revisar, porque por mi madre que dentro de unos meses volveré a hojear este número de Empire para recordar quién dijo “Arnie” antes que nadie. Porque me gusta el cine y me gustan las chorradas que lo rodean. También me encanta Internet: me gustan los gaticos y la gente que se cae de culo, como a toda persona de bien, pero hay algo en la información que no da vergüenza conservar durante dos décadas, como esta deliciosa necedad schwarzeneggeriana, que no tiene ni tendrá la fugacidad de la Red. El paralelismo con la prensa del videojuego es obvio: no necesito numeritos ni estrellitas, necesito textos que me hagan reír y pensar, que me hagan admirar al descerebrado que las escribió pensando “pero… ¿de dónde narices ha sacado ese dato?”. Es decir, necesito gente que redescubra carátulas olvidadas, que haga capturas imposibles de juegos ignotos, que genere enfoques nuevos a temas manidos o aplique enfoques manidos a temas nuevos, periodistas que sepan ir más allá del “qué mal está todo” o del “cómo mola todo” y den un paso lateral, y nos lo cuenten con gracia y estilo, con sentido del humor y con clase.»