Manuel Jabois, sobre suicidas, deshaucios y desconciertos: Últimas voluntades.
«No está claro cuántas personas se han suicidado en España cuando les iban a desahuciar de sus casas, ni debería estarlo. Podría no entender por qué la última ha sido la particular “gota que colmó el vaso” y no las anteriores, como si en el vaso cupiesen varios muertos, pero lo que realmente no entiendo es por qué despierta más indignación la persona que decide matarse y no el que sigue vagabundeando por la calle con una familia a cuestas tratando de sobrevivir, quizá robando muy a su pesar o prostituyéndose, como contó Pedro Simón en este periódico, para mantener a su hija discapacitada.»