Juan José Toribio nos ofrece un perfecto ejemplo de adónde ha llegado el mundo:
¿Cuanto cuesta la guerra? La respuesta, claro, no va por el camino de 20.000 muertos, 5.000 o 500, y son cifras que por supuesto se refieren al bando de los buenos, los que importan. No, el cálculo es en dólares. Y además Mr. Toribio concluye que algo así como que, la verdad, ya movilizadas las tropas, poco más supone entrar en guerra. Pero nada es perfecto: el prespuesto se dispara al entrar en juego la subida del petróleo, la inhibición de los inversores, el hundimiento de la bolsa…