Se plantean Inma E. Maluenda y Enrique Encabo si la crisis cambiará la fisonomía de las ciudades: La crisis geométrica.
«El cataclismo económico alimenta el patrón: así, proyectos premiados en concurso y ampliamente publicados, como el CICCM de Mansilla+Tuñón, o la torre lenticular del nuevo Campus del BBVA de los suizos Herzog & de Meuron, ambos en Madrid, habitan un limbo que no resulta aventurado atribuir a sus geometrías, tan certeras en su momento para convencer al jurado como temidas ahora por los administradores. Puede que sea cuestión de encontrar la oportunidad precisa: en 2002, el equipo alicantino Grupo Aranea ganó un centro de talasoterapia en Gijón —bautizado como La Salamandra’—, cuyo despliegue formal les abrió las puertas del MoMA. Hoy, desligados del proyecto sus autores, su lugar en la ciudad ha quedado ocupado por un edificio muy diferente, más cercano a la anestesia del centro comercial que a la síntesis sensual originaria, mientras que las combas de esa primera experiencia han hallado fortuna transformadas en el proyecto del Observatorio del Medioambiente Urbano de Alicante.»