Tómese como muestra (también lo hace el autor) de la tendencia internacional la represión de los homosexuales en Serbia y la mayoría que asiste silenciosa, a eso y a tantas otras cosas: La gente decente y la homosexualidad en Serbia.
«Como de costumbre, hace unos días, el recién elegido primer ministro serbio prohibió la manifestación anual del Orgullo Gay. Decía que el 80% de la población serbia estaba en contra de las manifestaciones gais y alertó del peligroso e inevitable ataque a los gais en las calles. Este nuevo primer ministro es un antiguo miembro del partido de Milosevic. Aplastar las aspiraciones de los gais y lesbianas serbias se ha convertido en rutina, habiendo manejado ya antes el problema con éxito.»