En el fondo de la ría de Vigo, dicen algunos, podría haber un inmenso tesoro: el que llevaba la Flota de las Indias el día en que fue atacada por los navíos al servicio de la corona británica, el 23 de octubre de 1702, lunes: La batalla de Rande (por Pedro Amado)
«Desde hacía casi tres años, el almirante español había estado amontonando en sus galeones anclados en ese puerto azteca oro, plata, pieles, cueros, plantas, animales exóticos, piezas de metales preciosos, joyas, alhajas y un sinfín de valiosos artículos expoliados durante ese tiempo a los pueblos indígenas que pagaban tributo al rey de España a través de su recaudador de impuestos: el gobernador español. Según un documento hallado mucho después en el archivo de Indias sevillano, el valor de lo embarcado superaba los 50.000 millones de euros al cambio actual»