Enric Sopena: “Temporal y caos. ¿Dónde cazaba esta vez Álvarez-Cascos? De nuevo, más bien missing. Este Gobierno acostumbra a dejar al Estado en pelota picada. Es liberal sólo para jibarizarlo. El Estado, enano; la bandera, gigante. Por lo demás, practica con fruición el intervencionismo. Privatiza empresas públicas que controlan los amigos y funcionan peor que antes. ¿Y los ciudadanos? Pues pagan la factura.” Esta idea de que el Gobierno está en caos, empieza a propagarse. Empieza a ser verdad. Porque la verdad también es lo que percibimos, aunque sea mentira. La percepción forma parte de la realidad. En términos más antiguos: no sólo hay que ser un buen gobernante, hay que parecerlo.
La experiencia es un grado.