Maruja Torres piensa en la labor social que llevan a cabo los directivos de las empresas ejecutoras de ERES y despidos (piensa en El País, claro) preservando el empleo de todos los que les regalan la vida: Los pobres.
«Esos hombres y mujeres, solitarios y heroicos, hacen lo que tienen que hacer para seguir cobrando y preservando los intereses de los accionistas: porque de ellos dependen muchas familias. La del que prepara el catering en la fiesta de cumpleaños, las de los profesores del colegio de los niños en Estados Unidos, la de esa pobre chica que les hace la manicura.»