Me encanta la serie de tres textos ENORMES que se ha marcado E. J. Rodríguez sobre el mundial de México 86 y la consagración de Maradona como uno de los más grandes de siempre. El mundial de Maradona. II. Y III.
«Domingo, 22 de junio de 1986, Estadio Azteca. Es la una de la tarde en la capital mexicana, las ocho de la tarde en la Península Ibérica; medio mundo está sentado ante un televisor. Todo por un partido de fútbol, sí, pero no es necesario ser aficionado a al balompié para sentir una enorme expectación, porque está a punto de disputarse una eliminatoria cuya significación ha sobrepasado a la propia competición deportiva; los jugadores van a saltar al césped en medio de un ambiente de tensión previa que pocas veces, si acaso alguna, se había visto en un Mundial. Los medios de casi todo el planeta llevan varios días hablando de ello: Argentina e Inglaterra, que apenas cuatro años antes habían mantenido un breve pero intenso conflicto bélico que sorprendió al mundo, que arruinó las relaciones entre ambos países y que dejó profundas heridas sobre todo en una humillada Argentina, enfrentan ahora a sus dos selecciones de fútbol en los cuartos de final del Campeonato del Mundo. La prensa, tanto la deportiva como la generalista, ha estado haciendo uno de sus característicos ejercicios de innecesaria obviedad y no ha dejado de recordar constantemente que este partido será la “revancha” de la Guerra de las Malvinas.»