Pseudópodo reflexiona sobre la condescendencia en educación y sobre lo que él denomina conascendencia. Para ello cuenta una entrañable historia entre Albert Camus y su profesor, Louis Germain, que consiguió convencer a los padres del pequeño Albert para que le permitieran estudiar el bachillerato.
«No conocía la historia de Albert Camus, y me he enterado por un espléndido post en el blog de Cristina. Camus creció en Argelia, huérfano de padre. Su madre era sordomuda y analfabeta. En el colegio, un profesor, Louis Germain, descubrió que aquel chaval miserable tenía talento y se empeñó en que estudiara. Tuvo que vencer la resistencia de la familia, que no entendía para qué valía eso, y que necesitaba que el chico llevara dinero a casa. Germain le preparó para el examen de ingreso en el instituto y le consiguió una beca.»