El cierre de restaurantes como Jockey me sabe como el de algunos viejos teatros o cines, siento que se hunde con ellos una parte de la historia. El único obituario decente que he encontrado es el que firma Fernando Point: Memorias de C. Cortés
«La exigencia de su patrón se extendió a una cocina nunca muy complicada pero siempre refinada. Formó a uno de los equipos más profesionales del mundo. Tuvo a un gran cocinero inolvidable, Clemencio Fuentes, cuyas especialidades, como aquella patata asada sencillamente rellena con una cucharada de caviar beluga, se harían famosas en el mundo. Pero que además no desdeñaba los callos a la madrileña: no se han servido mejores. Félix, el maître, imperturbable pero nunca envarado, y aficionado al guiño cómplice, dirigía un servicio que parecía la Filarmónica de Viena. »