Reflexiona Alfredo Herrera Patiño sobre la caída, con la llegada del libro digital, de las grandes inversiones para editar y la ausencia, por lo tanto, del hándicap de la rentabilidad: ¿La rentabilidad es fundamental para los libros?.
«Ya no es necesario gastar mucho para lograr esas ventanas de sentido. En la biblioteca, en el salón de clase, en grupos de estudios, en apuntes específicos, en la edición gozosa (Ganso y Pulpo, por ejemplo) no hace falta hablar de rentabilidad. Porque, además, la rentabilidad desde el inicio estuvo unida al tiraje, a la cantidad de libros. Ya no existe el problema. ¿Editar para nadie? Sí, es posible y no es un problema. Editar para muy pocos. Editar para un momento.»