Esto es curioso: Antonio Martínez Ron nos cuenta cómo eso de simular una amnesia sólo sale bien en las películas. Simular una amnesia para cobrar el seguro es más difícil de lo que parece.
«El error más frecuente de los que intentan defraudar es la exageración. Buscando en la red es fácil encontrar algo de información sobre estas pruebas. Una de las más sencillas consiste en mostrar una moneda con las manos abiertas al presunto amnésico, cerrar el puño y preguntar en qué mano está. La prueba se repite dejando pasar cada vez más tiempo, es decir, el médico enseña la moneda, cierra el puño, cuenta hasta cinco y pregunta al paciente dónde está. Con que falle una sola vez, el neuropsicólogo sabe que el sujeto está fingiendo, pues una amnesia normal no elimina la memoria de trabajo y hasta los pacientes en peor estado son capaces de recordar dónde estaba la moneda hace cinco segundos.»