Ante la cumbre de Barcelona, dos comentarios: uno de
Bernard Thivault, líder sindical francés, en el que se pide a los políticos que hagan su trabajo, el de abrir las puertas del futuro al mayor número de personas, o sea, el de derribar los muros de la exclusión; y otro, de
Louis Michel, viceprimer ministro belga, que pide una Europa más fuerte, con mayor influencia en el mundo, para que no sean sólo los norteamericanos quienes dicten lo que hay que hacer y por qué.