Jaime Rubio cuenta su drama, drama, DRAMA vivido cuando intentó donar uno de sus órganos y nadie lo quería. Yo fui donante de órganos.
«Por eso la semana pasada decidí ir con mi órgano a un hospital, con el objetivo de regalárselo a un enfermo que pudiera aprovecharlo. Tuve problemas con el personal de seguridad, dado que el órgano abultaba mucho y además decían hay que ser mala persona que molestaba a los enfermos. Molestar. ¡Si salva vidas! Además, lo único que hacía era ir entrando en las habitaciones para preguntar quién necesitaba un órgano. ¡Tendré que saber a quién dárselo! ¡Que sólo es un momento!»