Por un nuevo mecenazgo cultural, de José María Sanchís, para que piensen un rato.
«Entre los modelos mixtos de colaboración entre el sector público y el privado más exitosos se encuentra el aplicado en Brasil. El mecenazgo privado se rige por una ley de hace 20 años, pero funciona de una manera simple; el artista presenta directamente el formulario fiscal a las empresas o particulares, que de esta manera dirigen una parte de sus impuestos a una entidad cultural concreta. Pero quizá el instrumento más interesante sea el Servicio Social Comercio, una organización privada sin ánimo de lucro que gestiona un creciente fondo que se destina en gran parte a financiar la cultura y que se nutre de una tasa que pagan las empresas brasileñas.»