Supermon se hace eco de la idea feliz que han tenido algunos países europeos de gravar los refrescos con un impuesto extra por sus consecuencias para la salud o alguna chorrada así. ¡Azuuucar!.
«Leo hoy en la prensa seria que en Italia y Francia andan con el tema de poner impuestos a los refrescos edulcorados (no sé si lo llamarán “la tasa cocacola”, pero bien podría ser). Todo ello motivado en que “favorecen hábitos de consumo poco saludables”. La medida, además de ir muy en la línea de “Saber vivir” (o como se llame ese poglama jubilados hipocondríacos), tiene ese tufillo de “anti-imperialismo”, “anti-consumismo” y “eco-ísmo” que nunca pasa de moda. Y, sí amiguetes, es otra manera de hacer buena la letra de “Taxman” que tan a coro nos cantan últimamente en la Unión Uropea. Se inventan un nuevo impuesto, y dicen que es por nuestro bien…»