Alejandro Polanco escribe sobre la otra misión espacial de Neil Armstrong, antes de su vuelo a la luna: la del Gemini 8. Neil Armstrong y el vuelo del Gemini 8
«La mecánica de la misión era, simplemente, como el juego del ratón y el gato. Luego, en realidad, de sencillo no tenía. Por una parte salía al espacio el Agena, por otra el Gemini y ajustando sus velocidades y trayectorias con sumo cuidado, los dos vehículos tendrían que acoplarse en el espacio en órbita baja. Sucedió entre el 16 y el 17 de marzo de 1966, todo se desarrolló con perfección: funcionó bien el sistema de localización por radar, el automatismo de aproximación, la inspección visual del exterior del Agena y, finalmente, el acoplamiento de las dos naves. A bordo del Gemini 8, felices y contentos con su hazaña, nada menos que el primer acoplamiento de ese tipo en la historia, volaban el Neil A. Armstrong y David R. Scott. Era el primer vuelo espacial para los dos y a punto estuvo de ser el último. »