Aitor Méndez nos lo cuenta: la policía de Los Angeles tiene un marcha un programa para predecir delitos. El futuro nos ha alcanzado y, sí, es una mierda. Distopías animadas de ayer y de hoy: Llegó la precognición-
«Además de la cuestión moral de los algoritmos existe otra más evidente si cabe. Como ya denunciara Haro Tecglen, el castigo o guerra preventiva es una aberración moral fuertemente promocionada desde el poder político, económico o militar y, tanto la predicción estadística, que tiene carácter general, como sus consecuencias concretas en la aplicación de castigos y escarmientos preventivos suponen un paso enorme en la escalada de la pérdida de libertades del individuo y un paso cualitativo enorme en las políticas de coerción con las que los distintos poderes pretenden mantener su status quo porque, sencillamente, se castiga un delito que no se ha perpetrado, se castiga en base a una suposición.»