íñigo Sáenz de Ugarte describe los infructuosos intentos por parte de Rusia de convencer al mundo que las Pussy Riot son en realidad una terrible amenaza para todo el mundo. Pussy Riot: surrealistas, futuristas, ateas y rojas.
«En su sección de opinión, el NYT publica un artículo de un periodista ruso contra las Pussy Riot. Vadim Nikitin quiere desvelar a los lectores norteamericanos del periódico que el plan de esta banda punk –tres de sus miembros fueron condenados a dos años por su acto de protesta en una catedral– es realmente peligroso. No son liberales, sino “descendientes confesos de los surrealistas y los futuristas rusos, decididos a un cambio radical, incluso violento, de la sociedad”.»