Enrique Krauze rememora su encuentro con Borges en 1979: Una tarde con Borges.
«Algo lo lleva a tocar uno de sus temas fundamentales: la valentía, la bravura. “Yo admiro mucho el valor”, dice. Sus anécdotas son esbozos de cuentos cuyo personaje central es un indio: un jefe charrúa que por años combatió junto con el general Rivera presencia el degüello de sus hermanos indígenas en una comida dispuesta por el propio Rivera. Antes de ser él mismo degollado, el charrúa pronuncia sólo tres palabras: “Cristiano matando amigo”. “El gerundio es perfecto”, apunta Borges.»