Sobre mapas antiguos y la concepción del mundo que representaban: Theatrum Orbis Terrarum, de Penélope Córdova.
«Ese aparente desinterés en las formas físicas y en la medida exacta, contemplado desde ahora, torna la omisión en virtud. Aquellos cartógrafos hacían el mundo de la misma manera que Dios nos hizo a nosotros: a su imagen y semejanza. Los mapas eran proyecciones subjetivas, lenguajes de una realidad abstracta. La Creación de Dios y la nuestra podían verse simultáneamente, dentro del mismo retablo. Y eso era bueno.»