También Javier Rodríguez Marcos analiza la supuesta muerte de la novela en esta post-postmodernidad, y lo hace trayendo un montón de títulos de novelas y ensayos que de algún modo tocan el tema: La muerta viva.
«Respecto a la posible competencia del cine, la televisión e Internet en el campo de la narrativa, Guelbenzu augura una buena convivencia. Distinto es saber quién marca eso que los políticos llaman agenda y Franzen capacidad de influir: “Puede que lo audiovisual se imponga y se haga masivamente cargo del acto de contar historia, pero no quiere decir que la novela se acaba. Seguirá su camino. Lo que ocurre es que la novela ha sido la reina del mambo durante un par de siglos y puede que deje de serlo, sin dejar de tener la misma calidad de siempre”.»