Sobre las imperfecciones (que justifican su perfección) del cerebro humano como procesador de lenguaje: El arca y las ilusiones semánticas, de Gonzalo Casino.
«Considere esta pregunta: ¿Cuántos animales de cada clase se llevó consigo Moisés en el arca? Aproximadamente, la mitad de la gente responde que dos, incluso después de releer la frase y saber a ciencia cierta que el constructor del arca bíblica no fue Moisés sino Noé. ¿Por qué entonces pasamos por alto una palabra tan fundamental para el sentido de la frase como es Moisés?»