Javier Pérez de Andújar habla de la crisis, como todos, o como casi todos, y grita, como gritó Ginsberg en su día, pero hablando de lo que ve aquí y ahora. Oda a Allen Ginsberg.
«carne de cañón, manobres que hablaban con solo media lengua aprendida explicando por las mesas de los Ayuntamientos, por los despachos sindicales o de abogados especializados o de quienes puedan escucharles gratis, que no solo les retiraron la prestación de desempleo sino que encima les obligaron a devolverla porque habían viajado a Marruecos a ver a su madre que cayó enferma y no avisaron de que salían de España (aunque quizá lo mejor sea irse de aquí para siempre),»