Destituyen a Toni Garrido del programa de RNE que conducía cada tarde. Injustificable: subió las audiencias como nunca y criticaba a quien tenía que criticar, derecha o izquierda o centro. Cuando todavía no sabía si lo despedía o no, se despidió por si acaso con una apología de la radio pública: Gracias.
«Nuestro ego llega un cuarto de hora a las reuniones de contenido. Escribimos, hablamos, opinamos creyendo que lo que nosotros decimos es importante. Cuando lo único importante es lo que escriben, hablan, opinan y creen ustedes. Los medios de comunicación forman o deforman, todos los sabemos, engreídos oportunistas dando voz a complejos entramados mediáticos que buscan rendimiento económico o interferencia con la realidad, en ocasiones las dos cosas. Cuídense de ellos. El pensamiento crítico, amigos, el pensamiento crítico.»