Muy clarito el artículo de Carlos Santamaría sobre el tremendo fraude que supone la homeopatía y cómo funciona el método científico que ignoran sus hechiceros: Homeopastilla: cómo curarse con algo que no existe.
«Aunque todo esto no se sabía en la época de su fundación, en la actualidad la homeopatía reconoce que sus remedios no contienen principio activo alguno. Lo que defienden, por extraño que resulte, es precisamente que algo que no existe tiene propiedades terapéuticas (nuestros productos no existen, por lo demás son estupendos). ¿Las tiene? Por fortuna, no. Digo que por fortuna porque si las tuviera habría que replantearse todo lo que sabemos sobre el mundo. No podríamos confiar en la ingeniería que sujeta el puente que cruzamos, o el avión en que volamos.»