Después de su revolución, parece como si Túnez hubiese desaparecido debajo de la cascada informativa económica mundial. Laura Casielles cuenta en qué situación política está el páis. Grietas en la Troica.

«El debate, sin embargo, continúa, ya que la mera posibilidad de la radicalización religiosa y la consiguiente pérdida de libertades civiles no es algo que los ciudadanos parezcan dispuestos a dejar pasar. La Unión de Artistas Tunecinos anunció que demandará al ministro de Cultura, al de Asuntos Religiosos, a los representantes de la mezquita Zaituna de la capital y al funcionario judicial Mohamed Buaziz por «haber hecho comentarios provocadores que pusieron en peligro las vidas de los artistas que exhibían su trabajo»” en la exposición atacada. El primero de estos procesos ya se ha llevado a cabo: es el que atañe al alguacil Buaziz, que ha sido condenado a dos meses de prisión o a pagar una multa de 1 000 dinares (502 €) por haber difundido en la red social Facebook fotos de algunas de las obras para incitar a protestar contra ellas. Por su parte, el ministro de Cultura, Mahdi Mabruk, ha anunciado que el ministerio demandará, a su vez, a la organización patrocinadora de la exposición, a la que acusa de ser responsable de los daños causados por las protestas, ya que fueron motivadas por obras que los islamistas consideraron provocadoras y una «ofensa a los principios del islam»; pero aseguró que no se emprenderán acciones legales contra los artistas, para así respetar su libertad de expresión.»