Luciano Canfora habla sobre el historiador griego Tucídides, uno de los primeros observadores del pasado como “predictor” del futuro y absolutamente ateo con respecto a las profecías y oráculos divinos. La historia, profecía sobre el pasado.
«En un hermoso capítulo de su Historia Universal, Leopold von Ranke escribió que “Tucídides no fue insensible a las nuevas teorías científicas sobre la naturaleza”. En realidad, es mucho más que un modesto interés: se trata de la influencia del método diagnóstico y pronóstico de la medicina hipocrática. El lugar clásico que pone de manifiesto la asunción por parte de Tucídides de este método y su extensión al saber histórico-político es el preámbulo con el que presenta la descripción de la llamada peste de Atenas. En aquel fragmento, el historiador declara que quiere describir los síntomas de la enfermedad que padecía, y que superó, “para que se pueda reconocer si eventualmente se vuelve a producir”. El conocimiento, por tanto, de un fenómeno que podría ocurrir (es decir, “futuro”) se basa, según Tucídides, en un estudio cuidadoso de los síntomas.»