Pues Antoni Domènech, G. Buster y Daniel Raventós no ven casi razones para el optimismo tras la decisión tomada por el Consejo europeo de financiar directamente a los bancos: Rajoy, ¿4 a 0 en el Consejo europeo?.
«El Consejo ha buscado enviar in extremis a los mercados el mensaje político de la irreversibilidad del euro. Pero los mercados no viven de mensajes políticos, sino de expectativas de retorno con beneficio de sus inversiones. Por el momento, lo único que hay para contentarlos en seis largos meses es la posibilidad de que el BCE vuelva a comprar en situaciones de emergencia bonos en el mercado secundario y que el MEDE lo haga en los mercados primarios cuando esté en disposición de hacerlo, sin el estatus de acreedor preferente, previa solicitud del estado miembro y el compromiso de cumplir las condiciones de la comisión europea.»