Al parecer, en Argentina está desapareciendo el bronce: monumentos, placas, adornos.
Daniel Della Costa no sabe bien si es por obsesión coleccionista o porque luego lo venden en las fundiciones: “en una de ésas uno está adquiriendo un grifo en la ferretería de la esquina y en él yace escondida el alma de la estatua de un salvador de la humanidad.”
Pasión por el bronce.