Joaquín Peón Iñiguez escribe sobre La parodia literaria y sus intentos de dar un nuevo sentido a lo ya escrito.
«La parodia literaria, la mímesis picaresca, la apropiación sin propiedad, es un mecanismo crítico que pretende transformar valores y significados. Quizás por eso fue —en el plano de la intelectualidad acientífica— instrumental para sacarnos del medievo. En ella podemos rastrear componentes del relato, la crítica literaria y el ensayo. Para lograrlo el autor debe deconstruir el texto según sus componentes estilísticos, hipertextuales, ideológicos, formales, narratológicos y etcéteras. Al cabo se pueden ubicar en dos categorías cardinales: estéticas o discursivas.»