Alvaro Mortem saca algunas conclusiones de un hecho sorprendente que ha tenido lugar en el mundo de los videojuegos: un jugador que ha desarrollado una partida de Civilization II durante diez años de su vida. La ideología no nos dice nada del absoluto, pero sí de las particularidades de su tiempo.
«Esto se aplica de forma rotunda cuando hablamos del caso de Lycerius, un sujeto que contó en Reddit la historia de su partida de Civilization II que ya se ha alargado hasta ocupar diez años de su vida. En esta partida sólo quedan en pie tres grandes imperios (celtas, vikingos y americanos) oscilando sus modelos políticos entre el comunismo y la teocracia. Estos, además, llevan ya cerca de dos mil años en una guerra perpetua que se salda constantemente con el lanzamiento de una nueva remesa de cabezas nucleares unos contra otros. Es por ello que el mundo es un páramo pantanoso inhóspito, de unos recursos que están casi agotados y con los dos polos habiendo sufrido un deshielo por el aumento radical de temperatura; es la peor de las situaciones posibles. La ONU ha intervenido en varias ocasiones consiguiendo breves y poco efectivas treguas que alguno de los bandos ha aprovechado para destruir de forma inmisericorde a los otros rompiendo el pacto, haciendo así que todo se convierta en un constante juego de tensión donde todo acabará cuando no haya más recursos que esquilmar. »