Luis Manuel Ruiz se sale de modas y le da por hablar de uno de sus libros favoritos, ni más ni menos que la Ética de Spinoza. El libro más bello del mundo.
« La Ethica ordine geometrico demonstrata, o Ética demostrada según el método geométrico, fue el título álgido de Baruch Spinoza, filósofo holandés de raíces ibéricas que vivió entre 1632 y 1677. Los retratos nos lo presentan como un hombre pacífico, anodino, de piel de oliva, con una eterna gola que en los óleos se cubre de una pátina ocre y una cabellera que recuerda a un guitarrista de glam rock. Su historia es instructiva: judío de religión y cultura, fue expulsado de la sinagoga por librepensador y vivió pobremente en un suburbio de Ámsterdam ganándose la vida como pulidor de lentes. Por las tardes (las tardes a las tardes son iguales, escribe Borges en uno de los dos poemas en que le homenajeó), se dedicaba a fumar, meditar o conversar con sus amigos sobre Dios y la libertad, temas a los que, más que a ningunos otros, consagró sus insomnios. »