Ernesto Schoo sobre la fotógrafa italiana Tina Modotti, La belleza de la revolución.
«¿Qué diferencia las fotografías de Modotti de la visión mexicana de Eisenstein, en su malograda, nunca terminada epopeya cinematográfica ( ¡Que viva México! ), filmada más o menos en la misma época? Allí donde el genio de Eisenstein compone cuadros de una casi dolorosa belleza, según coordenadas clásicas, Tina desnuda sus ojos de todo lo que no sea “natural”, en el mejor sentido de la palabra. Ella no repara en refinados juegos de luces y sombras, con sutiles matizaciones de claroscuro: para Modotti, lo valioso es la gente, su vida cotidiana, sus mínimos gestos, la altiva presencia de esos seres que siguen habitando un territorio propio, no importa lo que los españoles hubieran aportado.»