Manuel Gil dice que la Feria del Libro de Madrid está andando bastante regular tirando a mal, y propone algunas ideas para mejorarla. Feria del Libro de Madrid: se necesitan clientes
«Mi planteamiento, más que discutible y opinable, es que vistas numerosas ferias en América habría que ir a un recinto cerrado (la feria con rigores brutales de temperaturas subsaharianas o con chaparrones caribeños no parece lo mejor), con pabellones organizados temáticamente y con cierta homogeneidad en los grupos editoriales y libreros, pabellón de librerías especializadas (de verdad, no la pantomima de este año, en la que sólo ha faltado una caseta especializada en ensayo de la dinastía Ming), pabellón de Universidades, editores y libreros de literatura infantil-juvenil, editores internacionales, editores y libreros online, y todo ello arropando un volumen de actividades culturales de champion, con premios nobel y escritores dando charlas y conversando con públicos diversos, en resumen, una feria «cultureta», implicada en la propia ciudad.»