Elena Medel se acerca a editoriales de guerrilla, idependientes, que se saltan el paso de contar con las grandes distribuidoras. Nosotros editamos, nosotros distribuimos.
«uchos nuevos editores apuestan por nuevos modelos: pequeños sellos que prescinden de distribuidora y abren su bandeja de entrada, contactan con la librería, ofrecen su catálogo. Un modus operandi que uno comprende para géneros de riesgo, véase la poesía, pero que también se practica con nichos más comerciales, como la novela romántica. José de la Rosa, de La Máquina China, explica que se autodistribuyen “porque, al plantear un modelo de negocio en formato pequeño, los costes lo hacían inviable”. Marcus Versus, de Ya lo dijo Casimiro Parker, puntualiza que no han prescindido de una distribuidora, “ sino que hemos creado una. El concepto es totalmente distinto. Sabemos lo importante que es llevar los libros a las librerías y hemos elegido el camino que se acerca más a la meta: pocas editoriales independientes (con un distribuidor convencional) tienen su catálogo completo en más de setenta puntos. No me gustan las distribuidoras convencionales y no trabajar con ellas es actuar en consecuencia. Se puede vivir dentro de este sector rebelándonos contra un sistema diseñado por grandes empresas, muy alejadas de lo que somos nosotros”.»