Jeronimo Giorgi, Senegal y Guinea-Bissau, dos tonalidades en el continente negro, con el paso fronterizo que divide ambos países como eje de su crónica.
«Como todo punto fronterizo, Mpack-Sto. Domingo también divide diferentes realidades que son palpables con solo girar la cabeza a cada lado de la línea divisoria. El pasaje de Senegal a Guinea-Bissau, por ejemplo, es un alivio para aquellos que no manejan el francés, ya que el creol guineano, una mezcla de idiomas nativos y portugués simplifica drásticamente la barrera idiomática. Pero el sonido no se limita al lenguaje. El tono en que se pronuncian estas palabras también deja entrever la extrema simpatía de los guineanos que contrasta con la discreta amabilidad de sus vecinos del norte.»