Hasta dónde llega a veces el absurdo de la economía y las argucias legales: La limitación de 30 minutos en la grabación de vídeo en las DSLR es absolutamente artificial, y responde a asuntos políticos y económicos, no técnicos. Lo explica Sergio Perea.
«La ITA (Acuerdo sobre la Tecnología de la Información) es un mecanismo de reducción arancelaria regulado por la Organización Mundial del Comercio aplicable a ciertos productos tecnológicos. Entre esos grupos de productos no están incluidas las cámaras de vídeo, pero sí las cámaras fotográficas.
De este modo, si un fabricante de cámaras fotográficas quiere que su producto se acoja a esas ventajas arancelarias que le permiten ahorrarse un 5,6% de impuestos, debe establecer de fábrica la limitación de 30 minutos en la grabación de vídeo. De lo contrario, podría considerarse una cámara de vídeo y pagar las tasas correspondientes.»