Maravilloso reportaje de Rubén Lardín sobre lo que queda de aquella meca del western que fue el desierto de Almería, último vestigio del viejo oeste que sobrevive en Andalucía Oriental, y no en Texas. Érase una vez en Almería
«El Mini Hollywood es el poblado más resultón del desierto pero nuestro corazón se ha quedado en el Fort Bravo, que —aparte del pegote de los bungalós de alquiler, la piscina y una sala de fiestas para celebraciones—ofrece dos ambientes auténticos, el de Texas y el de México. Todos los sábados viene aquí un autocar del Imserso y se les da espectáculo (un asalto al banco con caballos o una bulla en la cantina con balas de fogueo de 9mm), pero hoy es un paseo pelón entre edificios apuntalados. Está hecho unos zorros pero todavía es útil: hace unos años se rodó aquí Blueberry y en nada se filmará un capítulo de Dr. Who. Ahora, en temporada baja, el precio de la entrada incluye un refresco y un recorrido en carro de mulas del que tira el gitanillo Rafael Aparicio García, al que también se le llena la boca de películas.
“Llevo aquí desde el 92. Hago de todo, mantenimiento también. Hicimos el anuncio ese de la Pepsi, con Beckham, Roberto Carlos, Iker Casillas… Cuando hay buen presupuesto hacemos caídas de caballo o de altura. Estuve trabajando en Un dólar por los muertos, con Emilio Estévez, y en un videoclip de Camela. También se hizo Vente a ligar al oeste, con Alfredo Landa, pero ahí yo no había nacido, ahí no estaba yo ni pensao. En lo de la Pepsi sí. Con David Beckham”.»