Philippe Rioux, profesor de secundaria, escribe una carta abierta a sus estudiantes en Quebec, Canadá, donde se vive una larga huelga en educación. Carta traducida de un profesor de Bachillerato a sus estudiantes. Canadá.
«Os dicen que pedís demasiado, que no sois realistas. Pero, ¿quién os dice eso, sino los mismos que se han beneficiado de este modelo escolar en su momento y que ahora, necesitan cuidados médicos que representan gastos astronómicos y reciben bonitos programas sociales que ya no estarán cuando nos toque a nosotros? ¿Se atreven a deciros que es el momento de que os sacrifiquéis? ¿Y ellos?, ¿cuándo lo harán vosotros? ¿Antes o después de la ruina de la caja de la Seguridad Social? ¿Antes o después de su jubilación a los 65 años porque han nacido antes de 1958? ¿Antes o después de la venta de sus bienes inmobiliarios que, a menudo, han heredado y que hoy valen diez veces más que entonces? Es el colmo de la avaricia, en mi opinión, negar a las generaciones siguientes aquello de lo que hemos disfrutado nosotros para poder continuar disfrutándolo hasta el final de los finales.»