En pocas frases, Maurice Sendak (1928-2012) intenta dar cuenta de su lugar en la literatura para niños o, mejor dicho, de su lugar en la vida. Contundente desde el título: Lo que sé.
«Los chicos tienen que saber que hay cosas malas. También tienen que saber que hay gente a su alrededor que los ama y los va a proteger, pero que no pueden detener las cosas malas.
Los chicos son valientes porque son inocentes. Tienen la enorme inocencia de no saber que el mundo puede ser un lugar tan malvado.
No nos podemos deshacer del mal. No podemos, lo siento internamente. Y hay tanta estupidez en el mundo que no queda coraje. Estoy perdiendo la esperanza. Y no quiero que eso me pase. Vivo cada día. Estoy bastante bien. Trabajo. Duermo. Canto. Camino. Pero estoy perdiendo la esperanza.»