Glosa Ana Lorenzo un artículo (también recomendado aquí) de Joselu sobre si se acababan los tiempos de la lectura literaria con las nuevas oleadas de jóvenes, y lo hace desde un punto de vista muy personal, y por ello valioso: ¿Ha muerto realmente la literatura?.
A mi hija pequeña, la última lectura a la que le han obligado en el cole es Anillos para una dama, de Antonio Gala. Ni siquiera se puede descargar en la red: no hay tanta demanda como para subirla ni tanto fan como para compartirla; y no me extraña nada: es una porquería ñoña. Le he dicho que le hago una nota a su profe para explicar que en mi casa, a Gala, o lo descargamos gratis o lo cogemos de la bibllioteca —y ya está cogido hasta el 25 de noviembre—, pero mi hija no me deja. Ya he pasado por Marina, de Ruiz Zafón, y por La catedral, de César Mallorquí, y me he zafado, je; porque estaban disponibles en la biblioteca. ¿Qué enseñanza de la literatura es esta? No sé, ni me importa.