Gastar dinero virtual tiene consecuencias serias en el mundo real. Habla de ello Juan Varela. La factura del niño.
«Federico se encontró con un recibo de 500 euros en su iTunes. Inexplicable hasta ver la retahíla de actualizaciones de juegos. Su hijo cayó en la trampa de los pagos en las aplicaciones con el frenesí del clic de un dedo. Federico se considera culpable por dejar su contraseña activada y no vigilar suficientemente de cerca a sus hijos. Otras familias no son tan comprensivas y la trampa de la facilidad de los pagos virtuales ha acabado en crisis y enfados. Apple y Facebook se enfrentan de nuevo a demandas en Estados Unidos por no controlar suficientemente las compras de los menores de edad.»