Sudán (norte y sur) se desliza hacia el desastre de violencia y hambruna, precipitado tras sus separación hace tres años. Paul Salem describe la situación y lanza un grito: Salvad Sudán antes de que sea tarde.
«Los dos países que antes producían medio millón de barriles de petróleo al día solo producen ahora 50.000 barriles diarios. Los precios de los alimentos se han disparado en los dos países cuyos presupuestos dependen en gran medida de las exportaciones de petróleo. Además hay cerca de medio millón de sudaneses del sur en el norte considerados clandestinos. En los aeropuertos del norte hay miles de ellos, en tierra de nadie, al encontrarse en situación irregular y no poder montar en los aviones que se dirigen al sur. »