El mundo ya está inmerso en las distopías futuristas de degradación ecológica; eso es lo que sostiene, más o menos, Rogelio Villarreal en Ecología del miedo.
«La Tierra es un lugar inseguro. El hombre no sólo debe temer a las fuerzas de la naturaleza, sino también a las que él mismo crea y desata. Desde los comienzos de la civilización la humanidad ha venido carcomiendo cada vez más aprisa los recursos que una vez creyó inagotables, y no sólo eso, también ha convertido partes del mundo en enormes contenedores de desechos tóxicos.»